Fisioterapeuta, instructora de Pilates
Soy fisioterapeuta por vocación y por pasión. Llegué a esta hermosa profesión gracias a mi amor por el movimiento, el deporte y el bienestar, y a esa curiosidad constante por entender cómo el cuerpo puede sanar, adaptarse y transformarse cuando se le acompaña con conocimiento, empatía y dedicación.
Desde siempre me ha gustado mantenerme activa – correr y entrenar en el gimnasio son parte esencial de mi vida y fue a través de esa conexión con el movimiento que descubrí la fisioterapia como una forma de ayudar a las personas a reconectar con su cuerpo y recuperar su calidad de vida.
Soy especialista en fisioterapia uroginecológica y cardiorrespiratoria, monitora de Pilates y especialista en fisioterapia deportiva. Además, cuento con un Máster en Administración de Empresas y Gestión Sanitaria, que me brindó una visión integral sobre la salud, la gestión y la importancia del trabajo en equipo en entornos clínicos.
Durante más de cuatro años trabajé como fisioterapeuta en un hospital oncológico, acompañando a pacientes con diferentes tipos de patologías, una experiencia profundamente humana que me enseñó el valor de la empatía, la escucha y la esperanza. También he trabajado más de cinco años en el sector privado y hospitalario, lo que me ha permitido tratar una amplia variedad de casos y enriquecer mi enfoque terapéutico.
Cuento con formación oncológica,estética, técnicas invasivas como punción seca y terapia manual, herramientas que me ayudan a abordar de manera integral las disfunciones musculares, articulares y del suelo pélvico. Además, dirigí mi propia clínica durante varios años, experiencia que me permitió unir mi pasión clínica con la gestión y el liderazgo.
Fuera del ámbito profesional, soy voluntaria activa en centros que acogen a niños en situación de abandono y discapacidad, una labor que me llena el corazón y me recuerda cada día el verdadero sentido de mi profesión: servir, cuidar y acompañar desde el amor y la solidaridad.
Me considero una persona alegre, cercana y siempre con una sonrisa. Amo profundamente lo que hago, disfruto enseñar, aprender y celebrar cada pequeño avance junto a mis pacientes.
Y, por supuesto, me encanta bailar todo tipo de música, porque creo que el cuerpo y la vida se disfrutan mejor cuando se viven con ritmo, alegría y corazón.

